domingo, 28 de septiembre de 2014

Comentario de Lucie Cauwe (Le Soir) sobre la versión francesa de "El colectivo"





«Pour un premier roman, L’autobus est un coup de maître! […] Alerte et sans concession, [il] ravit ses passagers de bout en bout.»


Lucie Cauwe - LE SOIR


http://www.editions-metailie.com/fiche_livre.php?id_livre=895&decouvrez_aussi&presselivre


miércoles, 24 de septiembre de 2014

Los avispones - Peter Handke







Los ojos del ciego

¿Cómo nombrar lo que se resiste a ser puesto en palabras? Esta extraña novela entabla un desafío con el lenguaje; una técnica detallista, obsesiva, minuciosa que trata de decir lo indecible. Estructurada en capítulos breves, la historia expone la imperceptible simultaneidad con la que suceden las cosas.  

Una tragedia familiar. Un hermano ahogado. Un cadáver en una bolsa, cargado en la parte de atrás de un carro. El juego de cruzar el río tirándose agarrados a una liana. Un nombre que retumba en el  silencio. Una carta escondida. La soledad. Una gallina que sigue sacudiéndose después de haber perdido la cabeza. Alguien que grita “el inteligible nombre del otro hermano desaparecido”. La nieve, el barro, los animales, el fuego, el cañaveral. Lo que se dice y lo que se calla. Un escenario brumoso donde se mezclan –se obturan, se potencian– pensamientos, gestos y palabras.

Un hombre ciego que trata de darle nombre a cada uno de los ruidos que escucha. Alguien que va reconstruyendo el mundo usando el lenguaje como un bastón blanco: golpea, toca, roza las cosas para descubrirlas a través del sonido y la vibración. Las palabras se vuelven, entonces, los ojos del que no ve. 

Hay en todo el relato el deseo insistente de encontrar las palabras precisas. Como si el narrador buscara ser testigo del mundo y, ante la imposibilidad de nombrar lo que provoca la muerte, se empeñara en desmenuzar lo descriptible: el rompecabezas cotidiano. 

Peter Handke nació en Viena en 1942. Es narrador, novelista, poeta, dramaturgo, ensayista y cineasta. Algunos de sus trabajos en cine fueron colaboraciones con el director Wim Wenders. Juntos filmaron, entre otras películas, la bellísima “Las alas del deseo”.

En la década de 1990 Handke tomó una posición poco ortodoxa en relación a la guerra de Yugoslavia. Se opuso a los bombardeos de la OTAN sobre Belgrado, denunciando que se trataba de “un nuevo Auschwitz”. Esto se leyó como un apoyo absoluto a la matanza que se estaba llevando a cabo. Sus opiniones (en algunos casos tergiversadas) fueron utilizadas para cuestionar su obra. En 2006, cuando se le concedió el premio Heine, hubo un escándalo promovido por personas que se sintieron ofendidas por ese reconocimiento. Aunque el alcalde de la ciudad que entregaba el premio insistió en que se trataba de una “caza de brujas” y muchos artistas defendieron a Handke, el premio fue declarado desierto. Parte del jurado renunció cuando el fallo no fue respetado. 

En 2007 la Comédie Française suspendió la representación de una obra del escritor austríaco. Esa decisión fue considerada un acto de censura por artistas como Patrick Modiano, Michael Haneke y Emir Kusturica. El autor reaccionó diciendo que jamás había negado, minimizado o aprobado la matanza en Yugoslavia. 

La figura de Handke nos permite reflexionar sobre las relaciones entre literatura y política y preguntarnos hasta qué punto cuestionar la obra de un autor por sus posiciones políticas (por más espantosas que fueran) no nos convierte en una sociedad intolerante. 


Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Ciudad X



sábado, 20 de septiembre de 2014

Juego y distracción - James Salter







Un norteamericano de 34 años se instala en Francia, en un pequeño pueblo de provincia. Vive en la casa que le han prestado unos amigos. Hasta allí llegará Phillip Deane, un compatriota que ha dejado la universidad y que deambula en un estado de búsqueda y vagabundeo. Harán algunos viajes juntos, pequeños periplos por ciudades cercanas. Hasta que Deane conozca a Anne-Marie Costallat, una chica francesa de clase trabajadora. Vendrán entonces los hoteles; el sexo y sus altibajos; el deseo y el cansancio; el goce y el hastío; el miedo y el placer.

La novela es el relato de ese encuentro y, al mismo tiempo, el retrato de quien narra. El modo en que un tercero puede poner en palabras el amor ajeno. Allí van a mezclarse las cosas que se vieron, lo que se imaginó, lo que vino en sueños, lo que se supone, lo que se ha oído. Una historia –parece decir el narrador– se construye con muchas voces; un nido está hecho de infinitas hebras que vuelan por el aire. Así se relata un recuerdo: alguien que va recolectando datos, mojones, pequeños detalles, palabras, “vestigios del amor”.

James Salter nació en Nueva York en 1925. Durante doce años fue piloto de la Fuerza Aérea estadounidense. Conocido entre sus colegas como el «maestro de la frase perfecta», alguna vez dijo que se consideraba “alguien a quien le gusta frotar palabras en sus manos, sentirlas, y pensar que es realmente la mejor palabra”. Juego y distracción fue publicada originalmente en 1967.



Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Ciudad X



martes, 16 de septiembre de 2014

viernes, 12 de septiembre de 2014

La carta de Newton / John Banville






Un escritor decide alquilar una pequeña cabaña en Irlanda. Aislado de su mundo cotidiano, intenta terminar un libro sobre Newton en el que lleva trabajando siete años. La vida de la familia que vive junto a su casa comienza a obsesionarlo. Poco a poco, como una cuña de madera, se incrusta en un mundo que le es ajeno y al que intenta comprender. Toda la historia está compuesta de momentos en los que se vislumbra un futuro posible y momentos en los que el camino que nos llevó hasta allí desaparece. Se descubre, a cada paso, que no hay cómo volver a ser el que se era. John Banville publicó esta novela en 1982.

Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Ciudad X

martes, 9 de septiembre de 2014

Extraños en un tren - Patricia Highsmith




Un arquitecto de 29 años viaja a encontrarse con su ex mujer. Debe aclarar algunos puntos para agilizar el divorcio. En el tren conoce a un hombre que insiste en hablarle de su vida y en explicitar una y otra vez el odio que siente por su padre. Unas horas después llegará una propuesta que sólo puede ser una broma macabra: el extraño ofrece asesinar a la esposa del arquitecto a cambio de que éste asesine a su padre. Se trata de un doble crimen perfecto ya que la policía nunca podrá relacionarlos; un “asesinato por delegación”.
Una llamada a un hotel de México, una noticia espantosa, la sospecha y el desencadenamiento de una pesadilla. Lo que en un momento parecía la idea alocada de un personaje estrambótico poco a poco se convierte en una realidad imposible de controlar.

Extraños en un tren fue la primera novela que publicó Patricia Highsmith. Tenía 29 años. Empezó a escribirla en 1947 y pudo terminarla gracias a una beca a la que fue recomendada por Truman Capote. Diez días después de que el libro estuviera en la calle, Hitchcock compró los derechos cinematográficos.

La escritora deja flotando preguntas inquietantes. ¿Cuánto exhibimos en lo que le contamos a un desconocido? ¿Hasta qué punto somos ese relato? ¿Todos podemos convertirnos en asesinos? ¿Bajo qué circunstancias? ¿El deseo de eliminar a otro es constitutivo de la especie humana? ¿Cuál es la frontera entre fantasía y delirio? ¿En qué momento perdemos el lazo con esa convención social llamada realidad? ¿Qué desencadena el proceso en que todo se vuelve un signo que corrobora nuestra interpretación del mundo?

La novela es atrapante, perfecta y dolorosa. Expone de un modo angustiante la desesperación que puede sentir alguien al verse acosado y la maquinaria que pone en funcionamiento ese acoso: una vez que el temor se ha instalado, la paranoia y la espera insomne de lo temido hacen que el infierno se potencie.

Una detallada descripción del proceso por el que una mente, llevada al límite de lo soportable, comienza a derrumbarse. Sobre el cierre, el golpe de gracia: la autora deja que su personaje reflexione sobre el rol de la sociedad en todo esto. ¿Qué es la ley? ¿Qué hace una comunidad con respecto a ella? ¿Cómo se castiga? ¿Qué es la culpa y quién la determina? Un final preciso para la escalada de angustia construida a lo largo de 47 capítulos.

Highsmith sabe asomarse a la zona de sombras. Sabe ir más allá, prescindir de esa imagen que todos construimos y hundirse en la turbiedad, en el espantoso abanico de posibilidades que ofrece la maldad para alguien que se deja caer o se lanza en esa fuerza destructiva.

Graham Greene dijo de ella: “es una escritora que ha creado su propio mundo, un mundo claustrofóbico e irracional, en el cual entramos cada vez con un sentimiento de peligro personal, con la cabeza inclinada para mirar por encima del hombro, incluso con cierta renuencia, pues vamos a experimentar placeres crueles, hasta que, en algún punto, allá por el capítulo tercero, se cierra la frontera detrás de nosotros, y ya no podemos retirarnos”.

La escritora norteamericana nació en Tejas en 1921 y murió en Suiza en 1995. Su biografía comienza de un modo estremecedor: cuando su madre quedó embarazada, su padre le exigió que abortara. La madre accedió y decidió beber aguarrás. El aborto no tuvo éxito. Ante ese nuevo escenario, decidió seguir adelante con el embarazo y abandonar al marido. Tres semanas después de que Patricia naciera, su madre se fue a Chicago. La niña pasó los siguientes seis años en casa de su abuela.


Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Ciudad X 
  




sábado, 6 de septiembre de 2014

Lettres exprès: comentario sobre la versión francesa de "El colectivo"






Il est difficile de parler de ce livre, tant l’écriture en est concise. Les phrases sont courtes, les dialogues, qui sonnent très justes, sont nombreux, mais contiennent une part de mystère, les choses sont dites à demis mots, et on comprend pourquoi en avançant dans la lecture, lorsque le drame se précise. Il n’y a pas de descriptions ni de fioritures inutiles. Je préfère ne pas en dévoiler trop. Pour ma part, j’avais lu tellement vite la quatrième de couverture que je partais sans idée aucune sur ce roman, et je crois que c’est comme cela qu’on l’apprécie le mieux !



Il m’a fait penser à certains films argentins, comme Historias minimas de Carlos Sorin (2002) qui ne sont absolument pas tape-à-l’œil, mais touchent  par leur subtilité et l’émotion qu’ils dégagent. Dans ce roman, il y a une dimension plus politique et critique vis-à-vis de toute forme de dictature, toutefois... Il s’avère donc que c’est une très bonne surprise, et j’espère retrouver cet auteur un jour, puisque c’est son premier roman.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

El adversario - Emmanuel Carrère




El origen de este libro está en un crimen que conmocionó a Francia: en 1993, Jean-Claude Romand asesinó a sus padres, su esposa y sus hijos. La investigación policial reveló una serie de mentiras y simulaciones sostenida durante años.
Emmanuel Carrère relata esa historia como una crónica, dejando que se cruce con su propia vida. El autor parece decir que no estamos solos. Pero la idea no es un alivio: es una invitación a comprender hasta qué punto el abismo que acecha a uno puede acechar a otro. El adversario nos alerta sobre el peligro de llamar “monstruo” a alguien que ha cometido un acto tan terrible. Esa palabra saca al culpable de nuestra especie, lo vuelve único, lo aísla. Nos permite fingir, para no aceptar que esa oscuridad es una de las posibilidades de la condición humana.

Eugenia Almeida
Publicado originalmente en Ciudad X

http://www.lavoz.com.ar/ciudad-equis/libros-recomendados-de-fin-de-ano