La raíz de todo mal
Jude lleva años viviendo en la calle. No soporta estar en un lugar fijo y evita los refugios para indigentes. Alguna vez tuvo otra vida pero dejó todo atrás. Aún así, trata de mantenerse informado sobre su hija. La última noticia que recibió fue que le habían ofrecido un trabajo en un pequeño pueblo de nombre prometedor: Prosperous. Y después, el silencio.
Una de las últimas cosas que logra hacer Jude antes de morir es contactarse con Charlie Parker para pedirle que encuentre a su hija. Y esa es la investigación a la que se enfrenta el detective: buscar a la hija desaparecida de un hombre muerto.
Prosperous es un pueblo de reglas rígidas. Cualquier desafío implica el castigo inmediato. Un lugar en el que nada es privado; hasta lo más íntimo se vuelve material de debate para el Concejo que regula la vida en comunidad. En ese círculo se cultiva el poder, el terror, el silencio, la complicidad y la convicción de que el sacrificio es la herramienta perfecta para complacer a un dios hambriento. Un dios venerado en una iglesia traída -piedra por piedra- desde Inglaterra, a principios del Siglo XVIII. La “Santa Capilla de la Congregación de Adán antes de Eva y Eva antes de Adán”.
Prosperous es el territorio donde anida la raíz de todo mal; un pueblo que parece un “ser vivo”. Y en ese punto, el nuevo libro de John Connolly alcanza una de sus virtudes: lograr que algo tan inasible como una población se convierta en un personaje omnipresente, ominoso y siniestro.
Connolly sabe jugar bien en los límites: desde hace años viene borrando la frontera entre la novela policial y la novela gótica centrada en lo sobrenatural. El autor irlandés sabe que los miedos, a veces, provienen de fuentes más profundas que las que suele abordar la novela negra clásica. Connolly pone a sus personajes en el centro exacto de una lucha mítica: la más antigua, la más básica, la original: la lucha del Bien y el Mal con mayúsculas, dos potencias invisibles capaces de tomar forma y anidar en los seres humanos.
El invierno del lobo es la última entrega en español de las novelas protagonizadas por el detective Charlie Parker. Es importante aclarar que, aún si los lectores de la saga podrán hacer una lectura más profunda, no es indispensable haber leído los libros anteriores para disfrutar de este nuevo trabajo de John Connolly.
Eugenia Almeida
Publicado originalmente en Ciudad X
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