jueves, 11 de agosto de 2022

"La tierra empezaba a arder" - Cynthia Edul



Todo pasa y todo queda

"La Siria que vos conociste ya no existe más", dice la primera frase. Y esa idea va a ir repitiéndose a lo largo de la historia, a través de las imágenes de un territorio que sucumbe bajo la guerra, la violencia, la destrucción de lo cotidiano.

Hay una descripción conmovedora de esa desolación. Quien la hace es una nieta de inmigrantes sirios que llegaron a la Argentina y dejaron que esas dos culturas se mezclaran. El relato se inicia en un viaje a Siria, acompañando a su madre que regresa a Damasco después de 40 años de ausencia.

Quizás la palabra clave sea desconcierto. Algo que nos suspende porque no encaja en la melodía que esperábamos. ¿Qué decir? ¿Cómo nombrar esos sentimientos que no encuentran lenguaje? Cynthia Edul acompaña a su madre y se embarca en el misterio que encierra el lugar que uno ha dejado atrás, el que carga de otros ecos palabras como "regreso" o "patria".

Es octubre de 2010. La madre, cuando pisa suelo sirio, refuerza ciertos temores propios de haber vivido “bajo un sistema paranoico”, la sensación de que “el servicio secreto tiene agentes en todos lados”.

Lo que Edul ve es un escenario con una “paleta cromática” donde es “todo un poco gris y un poco negro”. Un aeropuerto con la foto gigante del presidente. Una casilla de Migración en la que nadie sabe dónde está Argentina.

Se corre un velo y la narradora descubre que detrás de lo que parecía “el regreso a la tierra de origen” empieza “a desplegarse la mecánica de una dictadura despiadada”.

En Damasco las espera un primo que ha hecho suyas las costumbres más conservadoras de la ley islámica. El paisaje social impacta: lo masculino ceñido a la visibilidad, al poderío sobre el territorio, a lo público. Las mujeres recluidas a lo doméstico y obligadas a ocultarse. Los minaretes, el rezo, los cantos. Los lazos de familia como un entramado de batallas en torno a las tradiciones, a lo que se considera justo, a lo que cada uno reclama para sí.

Está la historia de un pueblo y la historia de una familia. A la par de un despliegue de lecturas y escritos que ayudan a entender el trasfondo histórico, hay una disputa legal en torno a una herencia, una ruptura, un retirarse de la palabra.

Luego vendrá la guerra, el Terrorismo de Estado, las noticias que llegan desgarrando a los que esperan. La necesidad de sacar de aquel territorio a los que todavía permanecen allí.

La tierra empezaba a arder es un libro extraño, plural, imprescindible. Cynthia Edul es una narradora exquisita. La escena de la noche en la que su abuela entró en la locura es perfecta en la economía de su sequedad. La autora habla por sí misma, pero también respondiendo a la necesidad del clan: contar la historia, ponerla en palabras, dejar testimonio.


Eugenia Almeida

Publicado originalmente en "La voz del interior"

https://www.lavoz.com.ar/numero-cero/todo-pasa-y-todo-queda-resena-de-tierra-empezaba-arder/

No hay comentarios:

Publicar un comentario