A partir de una frase que Franz Kafka escribió en una carta a Milena Jesenska (“amor es que tú seas el cuchillo con el que yo hurgue en mi alma”), David Grossman teje una historia sobre el amor que nos ayuda a dudar de las definiciones taxativas, que nos hace preguntarnos cuántas formas hay en eso que nombramos con una sola palabra.
Una serie de cartas, el esbozo de un diario íntimo y una conversación telefónica interrumpida son los registros que usa el autor israelí para deshilvanar los lazos que unen a los personajes de esta novela. Un libro que deja flotando inquietud, que hace que las certezas tiemblen.
Eugenia Almeida
Publicado originalmente en Ciudad X
No hay comentarios:
Publicar un comentario