Maestras de vida
Estela, del cordobés Javier Folco, aborda la figura de Estela de Carlotto
como puerta de entrada para comprender la importancia y la vitalidad
de la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo.
Estela de Carlotto no necesita presentación. Su nombre, su rostro y su voz han marcado para siempre la historia de los derechos humanos en el país y en el mundo. Conocerla es una manera de comprender los modos en que podemos resistirnos a la injusticia. Conocerla –y descubrirla como “una de nosotros”– ayuda a dimensionar nuestra propia responsabilidad ante los embates que puede sufrir una comunidad.
Leyendo una biografía de Mandela, a Javier Folco se le ocurrió escribir un libro que abordara la figura de Carlotto. Cuando se encontró casualmente con la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo le contó su idea. Al principio, Estela dijo que no; luego, que lo iba a pensar. Su temor era que se personalizara una lucha que es intrínsecamente colectiva. Unos meses más tarde, después de recibir algunos detalles por parte de Folco, Carlotto aceptó. Así llegarían los encuentros, las entrevistas y la investigación.
Después de años de trabajo, a principios de 2014, Javier Folco publicó en Italia Estela Carlotto. Una nonna di Plaza de Mayo. El 5 de agosto de ese año, la Historia argentina y la vida de Estela dieron un vuelco feliz: la jueza Servini de Cubría le informaba a la Presidenta de Abuelas que su nieto, Guido, había sido encontrado después de 36 años de búsqueda. Algo cambió en todos nosotros. Y algo debía cambiar en el libro de Folco. Ahora podía incluirse en el relato la alegría del reencuentro. En la edición argentina, publicada hace unos meses en la colección “Historia urgente” de Editorial Marea, el autor pudo actualizar esta historia que nos involucra a todos.
El eje que estructura Estela. La biografía de Estela de Carlotto es la identidad. No sólo en lo referido a los nietos apropiados durante la última dictadura sino también en relación a los cambios que una persona debe atravesar para luchar por sus convicciones y abrazar una causa colectiva.
Estela de Carlotto nació en 1930, el año en que Argentina sufrió el primer golpe de Estado. Una chica que se casó joven y tuvo cuatro hijos. Una mujer que se transformó para llegar a ser ese enorme símbolo de ética, perseverancia y justicia que conocemos hoy.
Laura Carlotto nació el 21 de febrero de 1955, cuando Estela tenía 24 años. Como muchos jóvenes en la década de 1970, Laura repartía su tiempo entre la facultad, donde estudiaba Historia, y su participación en política. Su labor en Montoneros estaba centrada en el área de prensa. El 31 de julio de 1977 Laura fue secuestrada. Tenía 22 años. El 1 de agosto Guido Carlotto –esposo de Estela– también despareció. Hospitales, comisarías, la indiferencia, la crueldad. Estela ya no dormía en su casa. Sabía que estaba en peligro. Sin embargo, no dejó de ir a trabajar a la escuela. Su esposo reapareció 24 días después. Volvió deshecho. La tortura había dejado marcas definitivas.
La búsqueda siguió, nunca se detuvo. En abril de 1978, una mujer que había estado detenida con Laura le dijo a Estela que su hija estaba embarazada y que el nacimiento del bebé estaba previsto para junio. Ahora sabía que los militares, además de robarle su hija le habían robado un nieto. En agosto la policía se comunicó con la familia para informarle la muerte de Laura. Les entregaron el cuerpo. No hubo noticias del niño que había nacido dos meses antes.
Rompiendo el previsible orden cronológico, Javier Folco aborda esta historia recopilando testimonios y voces que dibujan no sólo la vida de Carlotto sino, fundamentalmente, la larga lucha de las Abuelas. A pesar de su título, Estela es mucho más que una biografía. Carlotto es aquí –como en la vida– el rostro visible, la puerta de entrada a una realidad nodal de nuestro país.
El testimonio de los hermanos de Laura quizás sea lo más impactante del libro. Allí se evidencia la carnadura humana de Carlotto: en la mirada de sus hijos que, sin idealizarla, pueden ver todo lo que tuvo que atravesar para convertirse en la Estela que todos conocemos: una “mujer común” –como a ella misma le gusta definirse– que fue capaz de superar todo para hacer cosas extraordinarias.
El libro de Javier Folco también permite conocer otros actores sociales y políticos y saber cuál fue el rol de cada uno de ellos en relación a la lucha por los derechos humanos. El autor ha cumplido cabalmente con el deseo que explicita al decir que el libro “nació con pretensiones de homenaje y de agradecimiento, pero también como un acto de simbólica compañía y de humana provocación.”
Eugenia Almeida
Publicado originalmente en Ciudad X
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