“Yo supe desde el principio que era el superviviente de alguna pequeña catástrofe, las ondas de choque aún seguían reverberando débilmente dentro de mí”.
Gabriel Swan arrastra una ausencia permanente: un gemelo muerto. De esa ausencia va a brotar una necesidad imperiosa de encontrar sentido en el mundo. Un sentido que quizás esté en la matemática, en los números. Accidentes, encuentros, desgracias, desencuentros, incendios, lazos que nunca decantan hacia algo que pueda explicarse con palabras.
Un libro extraño, difícil de definir. Alguna vez el autor dijo: “El mundo es siniestro y perturbador, basta con mirar a nuestro alrededor; a la gente que dice que mi obra es gótica y oscura le replicaría: Hay que ver el mundo.”
Una puerta de entrada para conocer a John Banville, considerado uno de los más grandes escritores de lengua inglesa.
Eugenia Almeida
Publicado originalmente en Ciudad X
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