lunes, 29 de agosto de 2016

El río - Débora Mundani






La espera

“El río es memoria” dice Haroldo Conti desde la cita que abre la última novela de Débora Mundani. Esa frase marca el camino y pone en palabras el hueso de la historia. El río es un relato bello, crudo y melancólico que habla de la soledad, la espera, el deseo, los malentendidos y ese extraño archipiélago que llamamos “familia”.

Mundani monta un escenario perfecto y envolvente: un Paraná que provoca agobio y desolación a la vez. Las tres primeras páginas son tan escuetas, precisas y potentes que, al terminarlas, uno no puede imaginarse en otro lugar que en esa casilla donde un hombre acaba de descubrir que su madre ha muerto.

Un piso húmedo que cede con la lluvia; una casuarina que desprende su raíz y cae sobre el río; el agua que va mordiendo la tierra y tragándose los árboles; el mate en la mano, la mirada en movimiento. ¿Qué es adelante y qué es atrás en un paisaje arrasado por la inundación? ¿Qué elemento tomar como referencia si todo se mueve al compás de esa masa de agua que ocupa todo?

Una lancha, el motor tronando para poder navegar río arriba. Un arroyo llamado “Espera”. Una lluvia infinita. Una comadreja haciendo equilibrio en una isla de camalotes. La crecida y sus objetos; esa destrucción increíblemente vital que a veces impone el río. El hombre, Horacio, cumpliendo una promesa hecha a su madre.

Juan tiene 16 años. Busca trabajo. Termina embarcado con destino al yerbal. Al llegar, caminará siete horas bajo el sol, metiéndose en la selva y en la oscuridad de una esclavitud disfrazada de contrato. El ritmo inhumano, los latigazos, los engaños, las estafas. Tareferos atrapados en una maquinaria que los destroza.

Un hombre y un viejo, solos, sentados en el techo de un frigorífico, rodeados por el agua que tapa el pueblo. Dos en un casi silencio porque no es sencillo hablar cuando uno se ha convertido en río. 

Historias que se cruzan en encuentros y desencuentros.  

Alguien espera escapar y sobrevivir. Alguien espera que la lluvia amaine o que llegue el alba o que algo se amanse en la tormenta. Alguien espera que vengan a salvarlo. Alguien espera ver un rostro amado. Alguien espera no ser olvidado. Alguien espera honrar su promesa. 

Todos en este Paraná esperan. 

Todos saben que hay algo inmutable, urgente e imperioso en la paciencia. 

Débora Mundani muestra con naturalidad las imágenes de la vejez, de la muerte, de la pérdida, del afecto, del sostén. Una serie de capítulos cortos van enlazando escenas con un ritmo marcado por el agua. No es sencillo explicarlo. En esta novela, el río aparece como un elemento del argumento pero también como algo nodal del estilo. En lo que se cuenta hay una cadencia  que suena igual al agua que corre y golpea contra la orilla.



Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Número Cero





sábado, 27 de agosto de 2016

Comentario sobre L´échange (versión francesa de "La tensión del umbral") - Léa Touch Book




Les éditions Métailié ont le don à chaque rentrée littéraire de me faire découvrir et aimer des livres qui sortent complètement de mes habitudes littéraires, après la révélation illska l'année dernière, voici L'Echange cette année ! 


Ce roman est à mes yeux très proche d'un policier journalistique, un roman vif, viscéral, efficient où les chapitres courts s'alternent très rapidement nous faisant suivre différents protagonistes sur la même intrigue : le suicide a priori sans intérêt d'une jeune femme. Et pourtant ce suicide sera le déclencheur d'une enquête essentielle pour Guyot, journaliste, une enquête qui le mènera à une propre introspection personnelle, qui amènera des conséquences tragiques sur son passage, qui bouleversera des vies et aboutira sur un très beau final !

Entre rebondissements politiques et révélations intimes, L'échange développe une histoire vraiment passionnante, je n'ai pas pu m'arrêter de le lire jusqu'à la fin tellement il est addictif. Ce fût pour moi une très belle surprise car si illska a été ma première lecture islandaise, L'échange est mon premier roman argentin : Métailié a réussit l'exploit de me faire sortir de mes lectures nord-américaines ! 

J'ai vraiment aimé la façon de raconter ce récit : on suit différents personnages entre les policiers, le journaliste, les politiques, les tueurs à gages... Il n'est pas véritablement question de s'y attacher même si il y a des moments très émouvants, il est question de s'identifier à eux, de s'identifier à cette volonté de connaître la vérité, de devenir nous-mêmes enquêteurs. Plus les pistes sont brouillées, effacées plus on a une envie vitale de savoir le fin mot de l'histoire.

En définitive, entre personnages fascinants, écriture addictive, intrigue passionnante, L'échange se révèle être une lecture indispensable de la rentrée littéraire ! Une véritable belle surprise !








Léa TouchBook  




viernes, 26 de agosto de 2016

25 de agosto de 2016. Justicia y democracia.





http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-307848-2016-08-26.html

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-307849-2016-08-26.html

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-307846-2016-08-26.html



martes, 23 de agosto de 2016

Entrevista a Ana Cacopardo




Me interesa la diversidad de lo humano


Ana Cacopardo, maestra en el arte de la entrevista, llega a Córdoba para presentar su libro “Historias debidas, conversaciones y testimonios”.

En la tapa, unas hebras; algo que hace pensar en un bordado, en un tejido colectivo, en la trama que formamos estando juntos. En la primera línea de los agradecimientos, una frase: “Todos somos gracias a otros”. De eso se trata Historias debidas. Conversaciones y testimonios; de cómo la Historia se construye con lo que sucede entre nosotros.

Durante años la periodista Ana Cacopardo entrevistó a diferentes personas recurriendo al testimonio como herramienta de reconocimiento. En sus producciones audiovisuales vimos aparecer rostros que nos hablaban de Latinoamérica, de identidades, de lucha, de dignidad, de resistencia. Con ellos conversaba Cacopardo, con su estilo personalísimo, coherente, preciso. El libro que la periodista viene a presentar a Córdoba recupera 31 de las entrevistas realizadas en el programa televisivo “Historias debidas”. A partir de un trabajo de “traducción”, lo que originalmente era imagen y sonido ahora está sobre el papel. Y a esas voces se agrega un valioso texto de Cacopardo con reflexiones sobre el testimonio y la entrevista.

–¿Cómo fue el proceso de elección de las entrevistas que decidiste incluir en el libro? 
–Fue una tarea difícil. Te diría que el primer criterio fue que expresaran la búsqueda de estos años. Siempre me gusta decir que en la agenda y en las preguntas está mi propia voz. Y por lo tanto mis propias búsquedas. El ejercicio de balance que impuso el libro me permitió ver que esas búsquedas han sido persistentes a lo largo de estos años. Me interesa pensar sobre las resistencias a las dictaduras, el género y la diversidad sexual, las identidades indígenas. Me interesa pensar sobre el arte y el trauma. Estos tópicos fueron ordenando la selección. Y luego creo que el recorrido por América Latina que hicimos durante estos últimos años tiene una presencia fuerte en el libro. Quizá porque ese recorrido tuvo para mí mucho de revelador. Y finalmente creo que otro de los criterios fue elegir voces que no tenían tanta circulación pública. Preferí incorporar voces como las de una antropóloga zapatista o las de un ex pandillero que trabaja con jóvenes vulnerables. Me parece que esos testimonios tienen mucho para decirnos sobre agendas centrales de nuestro tiempo. Como lo indica el juego de palabras que sintetiza el título del programa televisivo, y que quisimos preservar en el libro,  son historias que “nos debemos” contar. Darles dimensión pública, y por lo tanto dimensión política, es para mí un imperativo que le da sentido a mi trabajo en los medios de comunicación y el cine documental.

–Hablas de la empatía como un factor esencial en tu hacer. 
–La empatía es la capacidad que tenemos para ponernos en el lugar del otro. Es para mí un atributo fundamental para entrevistar y comprender. Para aproximarnos a universos bien diferentes al nuestro, corriendo nuestros preconceptos y habilitando una escucha atenta, que parte del interés genuino. Que no busca juzgar sino, por el contrario, comprender. Comprender, esa es la clave de mi búsqueda en las entrevistas. La empatía significa dejarse interpelar por el otro. Además, buscando descubrir o comprender a los otros, uno acaba descubriéndose a sí mismo. 

–¿De qué modo creés que se articulan los testimonios personales y la Historia con mayúscula?
Creo que hay una búsqueda por democratizar el sujeto de la historia con voces que no habían sido escuchadas. Y por aproximarse, a través de la palabra de los testigos o protagonistas, a ciertos climas de época. En el caso de la última dictadura militar, los testimonios han sido fundamentales para restaurar la dimensión de la maquinaria del terror. Yo creo que el testimonio nos devuelve un conjunto de dimensiones que de otro modo no hubiéramos podido recuperar.  Pero más allá del valor de verdad de los testimonios, es decir, más allá de los hechos y los datos que han permitido corroborar,  me interesa mucho detenerme en otro aspecto de los testimonios o de las memorias de la dictadura. Cuando un sobreviviente, un militante o un hijo de desaparecidos hace el ejercicio de narrar la propia experiencia, hay también una puesta en sentido de esa experiencia. Una elaboración. Esa zona de indagación es quizá la que más me interesa. 

–Gran parte de tu trabajo se ha desarrollado en medios públicos. ¿Cuál creés que debería ser el rol de Estado en la producción de contenidos periodísticos y culturales?
–La comunicación es un derecho de los pueblos, no un negocio para pocos. Y el Estado tiene que garantizar ese derecho. Con la derogación de la Ley de servicios audiovisuales, se ha producido un retroceso importante reconocido por la CIDH. Necesitamos inversión en políticas de producción audiovisual, esto implica tanto a las líneas de fomento del INCAA como a las que sostienen y financian contenidos para las televisiones púbicas o canales provinciales. O las que impulsan y estimulan las experiencias de los medios comunitarios. Tenemos un sistema de medios cada vez más concentrado. Y una situación preocupante por la pérdida de fuentes de trabajo en todo el país. Me parece que el debate sobre el sistema de medios es inseparable del debate sobre la salud de nuestra democracia. 

–¿De qué querrías dar testimonio hoy?
–Como siempre, las preguntas más simples son las más difíciles de responder. Y probablemente, las mejores.  Quizá lo primero que debería decir asume la forma de una reafirmación: la voluntad de continuar dando testimonio a través de mi trabajo periodístico o documental desde un enfoque de derechos humanos. Aunque a veces sienta que no sirva para nada. O aunque no esté claro, desde dónde hacerlo… Me interesa visibilizar las luchas de los que intentan transformar escenarios de injusticia y opresión. Me interesa poner en foco las experiencias de los que no se resignan y construyen desde el pie. Me interesa la diversidad de lo humano,  que nos saca de nuestro pequeño y diminuto mundito. Y si hablamos de dar testimonio de estos tiempos, me interesa seguir pensando cómo hacerlo, cómo contar, cómo narrar, aunque puesta a elegir, me gustan las historias mínimas que condensan los grandes temas. Y me gusta el lenguaje audiovisual porque nos trae una atmósfera, la cadencia de una voz o un rostro que nos devuelve la mirada. ***


Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Número Cero





viernes, 12 de agosto de 2016

REVISTA CARAPACHAY o la guerrilla del junco - INES GARLAND – EUGENIA ALMEIDA

Profundamente agradecida por la invitación de la 
Revista Carapachay y por el encuentro con Inés Garland



12 agosto, 2016

INES GARLAND – EUGENIA ALMEIDA

Carapachay convocó para este nuevo cruce epistolar a las escritoras Inés Garland y Eugenia Almeida. Ellas no se conocían personalmente antes de estas cartas. Pero, más allá de eso, comienzan aquí una charla en donde lo familiar, la memoria y la escritura giran sobre el espacio del río para indagar una geografía. Porque todos estamos, tarde o temprano, atravesados por la experiencia de un río. Con las cartas irán también las fotos que Inés Garland quiere mostrarle a Eugenia Almeida. Una selección familiar que acompañan los textos, que se entremezclan. Así se irá macerando este diálogo intenso, emotivo, entre dos grandes escritoras, que saben contar, que saben conmover. Que saben compartir con las palabras.


Link para LEER EL ARTÍCULO COMPLETO




lunes, 8 de agosto de 2016

Nuevo horario para "Dame Letra"



A raíz de los cambios en la programación 
de Radio Universidad, desde el 14 de agosto  
“Dame Letra” estará al aire 
los DOMINGOS de 14 a 15.

@dameletra580