Cuarenta años bien valen un banquete
“Tenemos todo un pasado para contar, pero vienen
muchos más capítulos por escribir”, sostiene la directora Gabriela Adamo. Con San
Pablo como ciudad invitada de honor, la feria de este año traerá varias
novedades y buscará incentivar el perfil federal.
Por Silvina Friera
“Capítulo 40” o cómo tirar la casa por la ventana. En el origen de esta
expresión popular está una costumbre que se practicaba a principios del siglo
XIX, cuando el afortunado ganador de la lotería, luego de enterarse del gran
batacazo, arrojaba literalmente a la calle los viejos muebles del hogar para
comenzar una nueva vida. Se trata de celebrar una ocasión especial. La Feria
Internacional del Libro de Buenos Aires, que se realizará del 24 de abril al 12
de mayo con San Pablo como ciudad invitada de honor, cumple cuarenta años. Y
tiene sobre rieles una programación para festejar a todo trapo con los “saraos”
paulistas y escritores tan diversos como el estadounidense Paul Auster, el
su-dafricano J. M. Coetzee, los chilenos Pedro Lemebel y Diamela Eltit, el
guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, el mexicano Mario Bellatin y los españoles
Almudena Grandes y Arturo Pérez-Reverte, por mencionar apenas algunos de los
invitados hasta ahora confirmados. “Me alegra enormemente que pudimos encontrar
un fuerte consenso en torno de Quino, querido y respetado por todos, que
implica un mensaje de unidad para la inauguración. La proyección internacional
que tiene el creador de Mafalda puso a nuestra feria en todos los diarios del
mundo”, pondera Gabriela Adamo, directora de la feria. Quino dialogará en la
apertura de esta edición con los periodistas Cristina Mucci y Carlos Ulanovsky.
“Arrancamos con todo el primer fin de semana con otro diálogo esperadísimo
entre Auster y Coetzee”, agrega Adamo. Una de las novedades más significativas
de este “Capítulo 40” –el lema de esta edición– es “Diálogo de provincias.
Lecturas con tonada”, una serie de encuentros con diversos escritores de
distintas provincias del país.
“Son cuarenta años ininterrumpidos de una
feria abierta al público, en contextos bien complicados y de todo tipo”,
plantea Adamo a Página/12. “Son cuarenta años de una institución civil, la
Fundación El Libro, que reúne a todos los jugadores de la industria editorial
bajo un mismo paraguas, que ha tenido todo tipo de discusiones internas y de
tormentas y se sostiene en el tiempo. Tenemos todo un pasado para contar, pero
vienen muchos más capítulos por escribir.” La directora subraya que esta
edición va a estar atravesada por los festejos. “Queremos festejar con los
lectores, con el público. La idea es festejar con quienes vienen a la feria y
por quienes hacemos este trabajo. Va a haber sorpresas de distintos tipos todos
los días.” El viernes de la semana pasada estuvo el equipo de trabajo de la
Biblioteca Mário de Andrade, encabezado por su director, Luiz Armando Bagolin,
que se está ocupando de curar el programa cultural de la ciudad invitada. “El
stand de San Pablo no tiene nada que ver con lo que vimos cuando estuvo
Amsterdam –compara la directora–; es mucho más moderno y de-sarmado. Habrá
también un café, eso quedó como marca registrada, como punto de encuentro donde
la gente se pueda sentar, tomar algo y escuchar las charlas y actividades
programadas por la ciudad invitada.”
El énfasis de la programación de San Pablo
estará en la “literatura de la periferia”, cuya cabeza más visible es el
narrador paulista Ferréz, creador del Movimiento de Literatura Marginal que
desde fines de los años ’90 agrupa a escritores de las regiones periféricas del
Brasil, autor de la novela Manual práctico del odio, publicada en el país por
Corregidor con traducción de Lucía Tennina. “Lo que me impresionó es que van a
traer cuatro ‘saraos’; son lugares en los barrios periféricos, generalmente
bares transformados en espacios culturales, donde se empezó a juntar la gente
para hacer intervenciones artísticas. Y la literatura tuvo mucha fuerza. Son
más o menos unas veinticinco personas por ‘sarao’, así que van a venir unos
cien jóvenes, en su mayoría poetas, performers y músicos. Estos ‘saraos’ van a
estar funcionando todos los días en la feria, además de las mesas con
escritores, intelectuales, antropólogos y sociólogos. Y vienen muchos autores
infantiles.” Dicen que los saraos artísticos –que hoy son más de 30– se han
expandido como una mancha de aceite por la periferia de San Pablo, megalópolis
de más de 20 millones de habitantes. Algunos escritores paulistas que se
presentarán en La Rural son Ricardo Lísias, Andrea del Fuego, Heloísa Prieto,
Regina Machado y Ricardo Azevedo.
Continúa el Diálogo de Escritores
latinoamericanos, que se hará del 3 al 6 de mayo. Edmundo Paz Soldán (Bolivia),
Diamela Eltit, Rodrigo Rey Rosa, Mario Bellatin, Iván Thays (Perú), Darío
Jaramillo (Colombia) y Eduardo Lalo (Puerto Rico) son algunos de los narradores
que intervendrán en esta tercera edición. “Desde que estoy como directora, hace
tres años, lo recibí como un reclamo: ¿qué pasa con los escritores que viven en
el interior del país que no están en la feria? Le estuvimos dando muchas
vueltas al tema porque es difícil darles el lugar que merecen sin que queden
con el sello de ‘escritor del interior’. Al final, vamos a copiar el modelo del
Diálogo Latinoamericano para hacer un diálogo similar que se llamará ‘Lecturas
con tonadas’”, confirma la directora de la feria sobre este encuentro que se
concretará del 29 de abril al 2 de mayo. Cada quien con su tonada, conversarán
sobre distintos tópicos literarios María Teresa Andruetto, Luciano Lamberti y
Eugenia Almeida (Córdoba), Mempo Giardinelli (Chaco), Cristina Iglesia
(Corrientes), Mario Ortiz (Bahía Blanca), Alejandra Araya (San Juan), Fabián
Soberón (Tucumán) y Salvador Marinaro (Salta).
Otra novedad de esta edición es un nuevo
stand acerca de la historia del libro. “Es algo así como ‘los secretos del
libro’, donde se va a desplegar una pequeña línea de producción que va de un
escritor escribiendo, pasando por un corrector corrigiendo, hasta un diseñador
y una pequeña impresora para que se pueda ver todo el proceso de factura del
libro, algo que los editores se sienten como frustrados porque es tan difícil
de explicar y a los lectores les da mucha curiosidad. Entonces, lo mejor es
mostrarlo”, plantea Adamo. Este stand lo organiza la Fundación El libro, junto
con la Fundación Gutenberg, la carrera de Edición de la Universidad de Buenos
Aires y TEA (Taller, Escuela, Agencia). Una deuda pendiente de la feria eran
los talleres de escritura. En el surtido de propuestas se podrá optar por el
taller de principio de novela a cargo de Ignacio Molina; el de cuento, dictado
por Edgardo Scott; el de escritura creativa, de Ariel Bermani; el de poesía, a
cargo de Vanina Colagiovani, y un taller de guión de historietas, por Luciano
Saracino. El espacio Zona Futuro, coordinado por Iván Moiseeff y Esteban
Castromán, pondrá el eje en lo que se escapa de los libros y cómo hoy en día la
literatura está circulando por YouTube, en tumblery y en otros espacios.
El estadounidense Andrew Wylie, el agente
literario apodado el Chacal que gestiona los derechos de más de 700 escritores
en todo el mundo, será una de las visitas estelares de las jornadas
profesionales, además de la librera italiana Grazia Gotti y el representante
inglés de la editorial de Harry Potter, Bill Swainson. “En estos tres años hubo
mucha apertura. Ahora es momento de una nueva vuelta de tuerca. Tenemos que
evaluar qué cosas tienen sentido mantener y cuáles queremos que den paso a
otras nuevas, que es una de las cosas más difíciles de hacer con lo que uno
mismo puso en marcha”, reflexiona Adamo.
–¿Qué pasa con la lectura que a veces está
más pegada al espectáculo que al libro en sí?
–Sobre eso tenemos que
seguir trabajando dentro de lo que permite la feria, que es un evento masivo y
su cuota de espectáculo la va a tener siempre. La programación de la feria se
hace entre todos. La parte más grande la hacen los expositores. Hay que
trabajar con ellos para que no piensen que tienen que traer a la última vedette
de moda para presentar un libro. No vamos a poder evitar que en algún momento
eso pase. Forma parte de la feria misma. El gran desafío que tenemos desde la
feria es que quizás haya gente que se acerque por la estrella de la tele. Que
disfrute a esa estrella, pero que además vea que hay una oferta mucho más
grande y que se puedan llevar otro tipo de libros cuando salen.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/17-31625-2014-03-19.html