jueves, 28 de marzo de 2013

Lo que hemos perdido






“Tragedia”, “crimen cultural”, “pérdida irreparable”, “destrucción de la memoria”. Esas palabras se repiten una y otra vez. Desde hace dos semanas miles de escritores en todo el mundo hablan de lo mismo: la destrucción del archivo de Daniel Mordzinski.
¿Cómo explicar esto? ¿Cómo poner en relato lo que es, justamente, inexplicable? El 18 de marzo Mordzinski, “el fotógrafo de los escritores”, descubrió que su archivo ¬–que durante 10 años estuvo en una oficina del diario francés Le Monde– había sido destruido. 50.000 fotografías. 27 años de trabajo. Material original, sin copia, que hemos perdido para siempre.  
El escritor peruano Iván Thays lo dice claramente: “Estamos ante uno de los episodios más tristes de la literatura latinoamericana contemporánea”.
Los mails, las redes sociales y la prensa han sido las plataformas donde han quedado expuestos la admiración, el respeto y el cariño que Mordzinski despierta en todo aquel que lo conoce. Escritores, editores, traductores, agentes. Miles de voces que intentan comprender, que no pueden salir de la estupefacción, que buscan dar y recibir consuelo.
Lo que hemos perdido es parte de la memoria viva de nuestra cultura. El trabajo de un hombre extraordinario que, desde hace treinta años, recorre el mundo para poner sus ojos sobre los rostros, las manos y los cuerpos de los escritores. El viajero incansable, siempre amable, siempre generoso, el que va despertando amistades a fuerza de gestos que revelan una confianza absoluta en los seres humanos.
Lo que hemos perdido es invalorable. Ahí se va, en el fuego que comenzó alguien que obedeció la orden de tirar lo que había en esa oficina y que lo hizo sin mirar, sin pensar, sin preguntarse qué era eso que el fuego iba consumiendo.
Una pequeña parte del trabajo que Mordzinski hizo en estos 30 años todavía está entre nosotros. Quien no haya visto esas fotografías puede entrar en su página y asomarse a ese enorme atlas humano de la literatura. Una vez que haya apretado enter, luego de escribir www.danielmordzinski.com, podrá comprender mejor de dónde vienen tanta tristeza, tanto enojo, tanto dolor.
Después, lo sabemos, vendrán nuevas fotos. Quienes conocemos a Mordzinski no dudamos de que va a poder atravesar esta enorme tristeza –la suya y la nuestra–, esta injusticia, este atropello. Va a recuperarse. Y va a seguir mostrándonos, retratándonos, ayudándonos a ver la hermosa y terrible complejidad de la que estamos hechos.

Eugenia Almeida


Publicado en Ciudad X. Córdoba. 28 de marzo de 2013.



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