lunes, 4 de agosto de 2014

Su hermano Caín - Anne Perry







Londres, 1859. Una mujer llega al despacho de William Monk para denunciar la desaparición de su esposo con la firme certeza de que éste ha sido asesinado. El último dato que tiene de su marido es que fue a visitar a su hermano gemelo, un hombre que llena de temor y de rechazo a la señora Stonefield. 

Monk es un policía retirado que trabaja como investigador privado. Sufre amnesia como consecuencia de un golpe y sólo es capaz de recordar los últimos dos años. Todos sus movimientos están poblados de sospecha. Cada persona que encuentra despierta preguntas. ¿Ya se conocen? ¿Tiene una historia juntos? ¿Esa historia arrastra algún sentimiento intenso? Monk se pasea por las calles de Londres como si fuera una recién llegado pero no lo es. Su enfermedad sólo es conocida por gente muy cercana. Como bien dice uno de los personajes, el investigador sufre “el horror de vivir dentro de un desconocido”. 

Con una cita de Chesterton como apertura (“Nos vemos los unos a los otros como Caín a su hermano”) Anne Perry propone una historia que habla de la identidad y las decisiones que van formando lo que somos. Su hermano Caín fue publicado originalmente en 1995.

El verdadero nombre de Anne Perry es Juliet Hulme. Nació en Londres en 1938. Siempre tuvo una salud frágil. Cuando era niña le diagnosticaron tuberculosis y sus padres la enviaron al Caribe y luego a Sudáfrica, con la intención de que el clima cálido la ayudara. A los 13 años se reencontró con su familia en Nueva Zelanda.

Le era difícil hacer amistades. Quizás por su fragilidad, quizás por su vida nómade. Cuando hizo una amiga, el lazo fue tan intenso que el mundo pareció cerrarse en torno a ellas. La elegida fue Pauline Parker.

Cuando Juliet tenía 15 años sus padres decidieron separarse. Se empezó a hablar de dónde debería vivir la niña. Una de las opciones era enviarla a Sudáfrica. Las adolescentes temieron que las separaran y decidieron pedirle a la madre de Pauline que permitiera que su hija se fuera a vivir con Juliet.

Era el 22 de junio de 1954. Las chicas salieron con la señora Parker a caminar por el bosque. La mujer recibió 45 golpes de ladrillo en la cabeza. 

Juliet y Pauline fueron condenadas a permanecer detenidas por tiempo indeterminado. Si hubieran sido adultas les habría correspondido la pena de muerte. De los peritos psiquiatras, dos declararon que las acusadas eran dementes; tres, que eran plenamente conscientes de sus actos. 

Cinco años después fueron liberadas, con el compromiso explícito de no volver a verse. 
Juliet regresó a Inglaterra y durante un tiempo trabajó como azafata. Luego se radicó en Estados Unidos.  Cuando tenía 21 años cambió de nombre, recurriendo al apellido de su padrastro. Ahora era Anne Perry. 

Siempre había querido ser escritora. Publicó su primer libro en 1979 y el éxito fue inmediato.  

En 1994, Peter Jackson filmó “Criaturas celestiales”, una película basada en aquel crimen. El caso fue reflotado por la prensa. Alguien ató cabos y descubrió la nueva identidad de Juliet Hulme. A partir de ese momento, las entrevistas a la escritora incluyen, indefectiblemente, preguntas sobre el asesinato. Preguntas que Perry contesta a medias o no contesta, pidiendo dejar eso en el pasado. Es interesante leer esas entrevistas. Son extremadamente valiosas si uno está interesado en reflexionar sobre el perdón, la justicia, el poder, el remordimiento, la responsabilidad y la culpa. No hay que perder de vista que Perry fue juzgada y que ya cumplió con su condena. 

Actualmente la escritora vive en un pequeño pueblo de pescadores en Escocia. Publica dos novelas por año.


Eugenia Almeida


Publicado originalmente en Ciudad X





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