viernes, 8 de enero de 2016

"Una revelación brutal" - Louise Penny





Los secretos de la aldea

Dos hombres reunidos en una cabaña escondida en un bosque de Canadá. Uno de ellos relata una historia y el otro escucha. Afuera es de noche, nadie sabe que están allí.
Olivier Brulé tiene 38 años. Es dueño de un bar en Three Pines, un pequeño pueblo de Quebec. Su pareja, Gabri, es el propietario de la hostería. Han  encontrado en ese lugar un territorio amable donde vivir pero todo cambia cuando un cadáver aparece en el bar.
Como toda historia planteada en un espacio acotado –en este caso, el pequeño pueblo– hay un elemento disruptivo que trastoca la tranquilidad cotidiana. Ese elemento parece ser el cadáver de un hombre que nadie reconoce. Es sólo el comienzo de una avalancha que cae sobre vidas que parecían ya establecidas para siempre en una mansa serenidad.
Aparecerán los secretos de familia, las historias que nos contamos para asumir la realidad, los lazos que crea una comunidad, los tesoros que se esconden de los demás, la envidia, el miedo, la codicia, la furia, la venganza, el arrepentimiento y el pasado que reaparece.
Aunque Una revelación brutal cumple con los requisitos de una novela de misterio y el enigma se mantiene hasta las últimas páginas, lo más valioso de esta historia es el desfile de personajes. Cada uno de ellos tiene la profundidad necesaria para permanecer en la mente del lector mucho después de terminado el libro. Olivier y Gabri; Myrna, la mujer que trabajaba como psicóloga en la ciudad y que dejó todo para abrir un negocio de libros usados en el pueblo; los Parra, una familia de origen checo; una pareja de pintores; los Gilbert, gente recién llegada que está a punto de inaugurar un nuevo hotel; la impactante presencia de los Haida, uno de los pueblos originarios que habitan Canadá. Quien más se destaca en ese elenco es Ruth Zardo, la poeta de 80 años  –siempre acompañada de su pata Rosa–, la “vieja loca”, el personaje pintoresco, una mujer que se balancea  entre la excentricidad y la chifladura. Cada vez que Ruth habla, la historia se llena de ironía, sarcasmo y lucidez. 
Otra característica del libro de Penny es presentar un abanico de identidades que suelen estar ausentes en muchas novelas e incluirlas sin hacer un alboroto alrededor de eso, con la misma naturalidad con la que están en el mundo. Personajes que, entre muchas otras características, también pertenecen a grupos que han sido históricamente postergados: negros, homosexuales, personas con síndrome de Down, pueblos originarios. La autora los presenta alejándose de todo estereotipo. 
Una revelación brutal es el primer libro de Louise Penny publicado en Argentina pero es el quinto de la serie protagonizada por el inspector Armand Gamache, jefe del Departamento de Homicidios de la policía de Quebec. Un inspector que no lleva armas porque las considera “peligrosas” y que sólo trabaja con su mente, observando y dejando que las cosas decanten, al estilo del inspector Maigret creado por Georges Simenon. En este caso, Gamache es acompañado por la agente Isabelle Lacoste, el inspector Jean Guy Beauvoir y el joven policía local Paul Morin.

Penny nació en Toronto en 1958. Durante dieciocho años trabajó como periodista. Fue al comienzo de su carrera que empezó a tomar alcohol. A los 35 años entendió que se había convertido en alcohólica y decidió dejarlo. Poco tiempo después se casó con un médico y abandonó el periodismo para dedicarse a la escritura. Es conmovedor pensar en esos primeros tiempos: Penny y su marido hicieron un trato. Él mantendría  a la familia y ella escribiría una novela histórica. Pero de a poco fue creciendo un secreto. Penny no lograba escribir. Se pasaba horas viendo la televisión, sin poder conectarse con lo que siempre había deseado. Por esos años, cuando su marido llegaba del trabajo y le preguntaba cómo iba la novela, ella pensaba que si él se acercaba al televisor –todavía caliente después de haber estado todo el día prendido– habría comprendido rápidamente que estaba atascada y que ni siquiera podía decirlo. El vuelco llegó cuando Penny decidió abandonar su proyecto inicial y escribir una novela de misterio, como las que siempre le había gustado leer. Tenía cuarenta y siete años cuando publicó su primer libro. El reconocimiento llegó enseguida. Sus once novelas protagonizadas por el inspector Gamache han sido traducidas a más de veinte idiomas.
Aquel apoyo que le dio su marido tiene su contracara hoy. Él tiene Alzheimer y ella dedica la mayor parte del día a acompañarlo. Aun así, sabe que la escritura es un espacio que debe conservar. Cada mañana se levanta a las cinco y escribe unas horas. Cuando su marido se despierte ella podrá aprovechar el tiempo que les queda juntos. 


Eugenia Almeida
Publicado originalmente en Ciudad X






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