martes, 24 de febrero de 2015

Mera vida - Víctor Heredia




Lo suyo eran los libros. Su padre, cansado de recibir preguntas sobre el significado de ciertas palabras, le regaló un diccionario y una instrucción algo extraña: “en lugar de buscar cada palabra, escribí lo que vos creés que es, y después fijate.” 

Primero fue la escritura. Pero también estaba la música: a los 19 años llamó la atención en Cosquín y obtuvo el Premio Revelación. Dos años después fue el ganador del Premio Consagración. Hubo que optar y Víctor Heredia se inclinó por la música. Con el tiempo volvería al papel y publicaría –entre otros títulos– Mera Vida, un policial áspero en el escenario de una villa miseria.

El Gallo Belawski, abogado, representa a dos hermanos acusados de un triple homicidio. A partir de ese encuentro, su voz relatará la historia de una familia destruida. Una infancia poblada del temblor, el alivio y la tensión que traen las latas de pegamento. Una violación. La prostitución como única salida visible. Las primeras detenciones. Las esquinas con el limpiavidrios helado en una mano. Robos, asaltos, una pelea que termina con un disparo en la cara y un cuerpo flotando en el Riachuelo. Los libros de guardia del hospital llenos de accidentes falsos para cubrir las marcas de la violencia. Las venganzas que alcanzan el círculo familiar. Funcionarios públicos que negocian con el narcotráfico, punteros corruptos, alcahuetes de comisarios, caciques externos que exprimen la villa hasta sacar todo lo que les permita enriquecerse. Cuatro hermanos que heredan el sobrenombre del padre y comienzan a ser conocidos como “los malditos”. 

La novela va creando un ritmo alarmante y descorazonador, repleto de imágenes de los expulsados, los que han quedado fuera de la vida tranquila, los que sospechan que nunca encontrarán la grieta que les permita atravesar ese muro y, cada día, van llenándose de furia. 


Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Ciudad X



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