miércoles, 31 de julio de 2019

Vida de Perro - Horacio Verbitsky (conversaciones con Diego Sztulwark)




Diego Sztulwark, coautor de Vida de Perro. Balance político de un país intenso, del 55 a Macri, cuenta cómo trabajó junto a Horacio Verbitsky este libro de conversaciones e Historia.



El libro Vida de perro es un singular tratado de política, historia y ética en el formato de una larga conversación, esa herramienta única para poner en cuestión la idea del discurso único. Horacio Verbitsky desgrana su mirada sobre la Argentina pero también ofrece el testimonio de una vida: la escuela en un colegio de pueblo, los primeros choques con el antisemitismo, las tardes de infancia pasadas en las villas, junto a su padre, el escritor que creó la denominación “villa miseria” para ciertos barrios carenciados.

También hay relatos sobre los comienzos en el periodismo, su método de lectura, su relación con el peronismo, una radiografía de las Fuerzas Armadas Peronistas y de Montoneros. La luminosa presencia de Paco Urondo y Juan Gelman. El rol central de la Iglesia Católica en el terrorismo de Estado. La guerra de Malvinas. La post dictadura y la recuperación democrática, la crisis de 2001, el asesinato de Mariano Ferreyra, el primer año de gobierno de Macri.

Aparecen aquí la presidencia del Centro de Estudios Legales y Sociales, sus columnas en el diario Página/12, la salida del diario y la creación de su nuevo proyecto “Cohete a la luna”.

Cada lector encontrará su propio punto de interés. Pero se destacan, sin dudas, las múltiples referencias a Rodolfo Walsh, una mirada crítica sobre la compleja figura de Jorge Bergoglio y el modo en que analiza el fenómeno del kirchnerismo en nuestro país.

En marzo de 2015 Macri gana las elecciones y Diego Sztulwark decide llamar a Horacio Verbitsky para insistir en un viejo proyecto: repasar la historia argentina desde su mirada.

Los encuentros se extienden por dos años. De allí surge Vida de Perro. Balance político de un país intenso, del 55 a Macri, un texto inclasificable en su modo de interrogar la realidad. La charla se da entre dos personas inquietas políticamente, que pertenecen a generaciones diferentes, que no coinciden plenamente en su pertenencia ideológica y que, por lo tanto, dialogan. Dos que entran al juego, cada uno con su estilo.



Número Cero conversó con Diego Sztulwark para reconstruir el proceso de escritura.

–En el prólogo señalás que “Vida de perro” no es una biografía ni un libro de historia.

–Exactamente. Es algo que se inventó en el medio, en tensión. Entre una vida que fue testigo, que fue protagonista, que supo investigar procesos políticos y una necesidad de hacer un balance político de varios momentos, de varios presentes sucesivos de la Historia argentina para tratar de comprender cuáles son las preguntas actuales. No sé si yo tenía tan claro cuando comenzamos el libro que iba a lograr esa tensión, ese “entre” que hace que haya historia y no sea un libro de historia, que haya vida y no sea biografía. Me parece que el hecho de que el libro no sea una entrevista sino una verdadera conversación con desplazamientos, tensiones, con autoironía, permite una escritura que es la que yo buscaba: que no quiere investigarlo a Verbitsky, ni se encandila con el personaje, ni intenta develar un misterio sino que está buscando, para el momento actual, método. Es decir, manejo de la información, rigor. Una fórmula que me parece bastante afortunada de Verbitsky es “una objetividad que no es neutral”.

–A lo largo del libro, entre las preguntas y las respuestas, hacés un trabajo de presentación, de contextualización, de análisis. ¿Cómo fue ese proceso?

–Con respecto a mi escritura es una mezcla de dos cosas. Al principio yo lo iba a entrevistar a Horacio y, antes y después de entrevistarlo, escribía. Impresiones, cosas que pensaba, iba anotándome lo que quería discutir con él, preguntas. Era un texto medio como de crónica paralela. Cuando terminamos de hacer el libro, cuando él vio las entrevistas me dijo: “Diego, quiero que escribas, que escribas vos”. Así que agarré y empecé a leer todo el desgrabado como lo tenía y a introducir. Los criterios eran: que haya una introducción, que haya un cierre, que haya aclaración de procesos, sintetizar cosas que él decía, introducir bibliografía que a mí me parecía importante y hacer contrapuntos con Horacio. Introducir puntos de vista que no eran los de Horacio. A veces puntos de vista míos pero, en general, lo que me interesó es contraponer a la versión que Horacio tiene de la historia y la política algunas versiones que venían de la izquierda. Y ya sobre el final, directamente polemizar con él sobre 2001 y especialmente sobre el kirchnerismo. Horacio no vio el texto que yo iba escribiendo hasta que se lo presenté en versión final. Un buen día leyó el libro y se fue enterando de cosas que yo escribía sobre él, los contrapuntos y los agregados y los aceptó todos. Esto incluye también entrevistas. Entrevisté gente por mi cuenta, hice todos los textos que a mí me parecían y Horacio los aceptó.

–Tanto en el prólogo como en el epílogo contás que tuviste que insistir para hacer este libro, que lo venías masticando y tratando de convencer a Verbitsky. ¿Se acercó a lo que habías imaginado?

–No, yo diría que supera. Lo que yo me había imaginado originalmente es un libro de entrevistas. Muy parecido al que hizo Roberto Mero con Juan Gelman, que se llamaba Contraderrota. Pero quedó un libro en donde mi participación terminó siendo mucho más exigida de lo que yo me imaginaba. Horacio me hizo escribir. Y me hizo entrar en contrapuntos. Además, la conversación creció mucho más de lo que me imaginaba. Quedó un libro muy grande, donde hay hipótesis sobre Verbitsky, hay hipótesis sobre el país, hay preguntas e invitaciones a discutir, hay contrapuntos explícitos sobre momentos de la coyuntura. En ese sentido, estoy muy conforme porque yo no quería que esto entre en una discusión sobre kirchnerismo y antikirchnerismo simplemente. O sobre quién es Verbitsky, el misterio Verbitsky. Yo quería una discusión sobre el método de investigación, sobre un testimonio histórico y sobre un balance político.



Eugenia Almeida

Publicado originalmente en La Voz del Interior





No hay comentarios:

Publicar un comentario