jueves, 30 de octubre de 2014

La analfabeta que era un genio de los números - Jonas Jonasson




La historia comienza en un escenario desolador: la vida cotidiana de los vaciadores de letrinas de Soweto, uno de los lugares más pobres de Sudáfrica. Entre ellos camina, balde en mano, Nombeko Mayeki, una niña de catorce años, huérfana, analfabeta, con una extraordinaria capacidad para hacer cálculos y con el deseo de aprender todo lo posible sobre el mundo. Cuando el jefe de letrinas es reemplazado, elige como sucesora a esa pequeña niña que lo ha venido ayudando en el último tiempo cada vez que él fallaba en resolver alguna situación. La decisión es una molestia para el Departamento de Sanidad de Johannesburgo. Negra. Mujer. Menor de edad. Analfabeta. ¿Cómo es posible que sea capaz de llevar las cosas tan bien? ¿Cómo soportar esa presencia que, con su eficiencia, vulnera los principios ideológicos del apartheid? La tensión se resuelve fácilmente: Nombeko es despedida. Allí comienza un periplo que ejemplifica a la perfección la vieja Ley de Murphy: “si algo puede salir mal, saldrá mal”. 

Con este punto de partida, es difícil imaginar que lo que Jonas Jonasson ha escrito es una novela divertidísima. Las peripecias que vivirá Nombeko son desopilantes. El novelista sueco sabe jugar al borde de lo verosímil, como lo hacen los cuentos que deslumbran a los niños. Nombeko aprenderá a leer, sufrirá un accidente, quedará prisionera de la hipocresía del sistema judicial, será obligada a trabajar gratis para pagar los daños que su cuerpo hizo en la carrocería de un auto, aprenderá chino, intervendrá en el programa de armas nucleares del gobierno sudafricano y escapará a Suecia donde la esperan más y más imprevistos.

En la historia aparecen un puñado de diamantes, tres hermanas chinas, dos agentes del Mossad, un desertor de Vietnam que se esconde de la CIA, el Primer Ministro y el rey de Suecia, un hombre obsesionado con destruir la monarquía, una bomba nuclear, una estatua de Lenin, el  Grupo de Operaciones Especiales de la policía sueca, una revista política financiada por una plantación de papas; dos hermanos gemelos y mucho más.

Si uno dice que esta novela habla de la violencia policial, el racismo, la corrupción, la homofobia, el sufrimiento de los indocumentados, el Terrorismo de Estado y que, al mismo tiempo, es extremadamente graciosa quizás cueste creerlo. 

Muchas personas dividen los libros entre los que son para divertirse y aquellos que reflexionan sobre la condición humana. La analfabeta que era un genio de los números es un buen ejemplo de que ambas cosas no son irreconciliables.


Eugenia Almeida

Publicado originalmente en Ciudad X



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